Nota de Iván Schusteroff (Gerencia CMIFR) en el Diario Ámbito.
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En este momento, hay una especie de «vacío legal» frente a la posibilidad de vacunarse y la vuelta al trabajo presencial que, sin duda, entorpece la relación entre los empleados y los empleadores.
Desde marzo del 2020 en Argentina, y en muchas partes del mundo, seguimos transitando una pandemia que a nivel mundial ha dejado, y aún sigue dejando, una gran cantidad de muertos por día. En este contexto, muchos aspectos de la vida cotidiana de los ciudadanos cambiaron. Uno de los más importantes, sin dudas, es el trabajo.
El home office, exceptuando a los trabajadores esenciales, se volvió una práctica común. Pero a raíz de la vacunación, y en el marco de un plan de apertura de actividades, cada vez son más las empresas que están volviendo de manera paulatina a la presencialidad. A su vez, hay otras compañías que analizan el retorno total a las oficinas, siempre teniendo en cuenta los protocolos sanitarios vigentes.
En este sentido, se abre la cuestión entre la vacunación y la vuelta a la “nueva normalidad”. Según el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, “las personas que han recibido la primera dosis de cualquiera de las vacunas contra el Covid-19 autorizadas en la Argentina pueden ser convocadas a trabajar de manera presencial en el sector privado una vez que pasaron 14 días de la aplicación de la vacuna”.
Entonces, ¿se puede exigir la obligatoriedad de las vacunas para volver a las oficinas? ¿Puede un empleado no inoculado volver a trabajar? ¿Cuál es la situación si se niega a vacunarse? Estas son sólo algunas de las preguntas que surgen a raíz de la temática.
En este momento, hay una especie de “vacío legal” frente a la posibilidad de vacunarse y la vuelta al trabajo presencial que, sin duda, entorpece la relación entre los empleados y los empleadores. Sabemos que muchos trabajadores tienen miedo de volver a las oficinas, ya sea por temor a contagiarse o por la inseguridad de que no se cumplan con todos los protocolos sanitarios. Ahora bien, en caso de que la exigencia de inoculación se impusiera, sería clave para las empresas proveer un sistema de control, asesoramiento y seguimiento a sus empleados vacunados o no vacunados. Allí, juega un papel fundamental la medicina laboral.
Es muy necesario atender el tema del regreso al trabajo ya que afecta a gran parte de la sociedad. La medicina laboral tiene mucha tarea por delante, y cumple un rol fundamental para lograr que la vuelta al trabajo presencial, sea una experiencia cuidada y segura para todos los actores involucrados. Sin dudas, las empresas deben tomar cartas en el asunto y buscar la manera de que el retorno a las instalaciones transcurra de una manera beneficiosa para todas las partes.
(*) Gerente Administrativo del Centro Médico Integral Fitz Roy, especialista en Medicina Laboral.