La labor de los especialistas es vital en la rehabilitación de la función respiratoria de los afectados por el virus.
La kinesiología se ha convertido en una de las principales disciplinas para combatir el Covid-19, no sólo durante el tiempo en que una persona está hospitalizada, sino también en los meses posteriores, para su recuperación. Esto se debe al rol fundamental que cumple el kinesiólogo a la hora de tratar complicaciones asociadas a la función respiratoria y las secuelas que dejan.
Estos profesionales son expertos en la manutención, mejora y rehabilitación del sistema respiratorio de una persona y, dada las consecuencias evidenciadas por el contagio del Covid-19, se han posicionado como especialistas de vital importancia para el manejo de pacientes durante esta crisis sanitaria.
«La kinesiología suele asociarse con la rehabilitación deportiva o neurológica, pero existe una especialidad de cuidados respiratorios críticos que se ha transformado en un aporte fundamental en el día de hoy para el manejo de personas hospitalizadas en unidades de cuidados intensivos» afirmó el licenciado Luciano Daneri Ghizo (M.N. 7.058), jefe de rehabilitación del Centro Médico Integral Fitz Roy. En este sentido, los kinesiólogos de cuidados intensivos no sólo cumplen una importante labor en la terapia respiratoria, tratando de proteger la estructura pulmonar para que prontamente los pacientes respiren por su cuenta, sino que además se preocupan de promover la movilidad oportuna y temprana de estos.
Los especialistas deben realizar movimientos de cada extremidad mientras los pacientes están dormidos por la sedación, y una vez que despiertan, se conectan con el entorno y utilizan estimulación muscular eléctrica, se sientan al borde de la cama, se ponen de pie y llegan a caminar por su habitación, están acompañados y guiados por los profesionales de esta disciplina.
Cuestión de tiempo
Muchas veces, el tratamiento de rehabilitación lleva períodos largos de tiempo. «En los pacientes con condiciones muy severas llevamos adelante una rehabilitación integral que busca el reintegro a la condición previa del paciente», advierte Daneri Ghizo.
El objetivo de este plan es que la persona afectada «vuelva a tener la buena calidad de vida que se pierde por el solo hecho de haber estado expuesto a un reposo prolongado, reincorporar la marcha y una condición aeróbica que permita la realización de sus actividades y todo lo necesario para que regrese a su hogar en la mejor condición posible«, concluye el experto, que desde el inicio de la pandemia de coronavirus estuvo en el frente de batalla sanitario y atendió a cientos de pacientes hospitalizados.
Al igual que para la mayoría de las personas que trabajan en el área de salud, esta segunda ola de contagios está significando una difícil situación para los kinesiólogos del país. Sin embargo, una de las grandes diferencias que tiene esta disciplina con otras es que los tratamientos suelen ser de larga duración, hecho que se ha evidenciado en la alta demanda de kinesiólogos por parte de los centros de salud argentinos durante el último año de la pandemia.
La rehabilitación kinesiológica puede ayudar a reducir los efectos de enfermedades agudas o crónicas, trastornos, lesiones o traumatismos. Actúa como complemento de las intervenciones médicas o quirúrgicas y acelera la recuperación con mejores resultados. Además, puede evitar complicaciones en lesiones medulares, ACV o fracturas. Es clave entender que es beneficiosa tanto para el paciente como para sus familiares, ya que puede evitar hospitalizaciones y acelerar la reincorporación a la actividad cotidiana. Muchas veces los tiempos suelen ser largos y requieren de gran compromiso por parte del paciente para lograr los objetivos, pero no acudir puede prolongar aún más el período de rehabilitación.