El personal de la salud trabaja para preservar el bienestar de los pacientes. Esto implica estar expuestos a diferentes amenazas contra su propia salud. Una guía práctica que explica cómo prevenir o proceder frente a la urgencia.
El personal de la salud trabaja a diario para cuidar y preservar el estado de las personas que asisten a las clínicas médicas. Su dedicación y esfuerzo denodado son, a la vez, prueba de un alto nivel de preparación técnica y una fuerte vocación de servicio.
Sin embargo, en algunas ocasiones se produce la paradójica situación de que quien trabaja para preservar la salud ajena, se ve expuesto a riesgos que ponen en peligro su propio bienestar.
El manipular diariamente materiales descartables, confronta al personal de enfermería, por ejemplo, a la posibilidad de contraer distintas infecciones. Las maniobras inadecuadas que pueda realizar el operador en el uso de estos elementos pueden poner en riesgo su salud, y así, la de sus compañeros de trabajo.
Esta situación, llevó a especialistas del área a desarrollar diversos protocolos para evitar o reducir al mínimo los riesgos de infección.
Estas medidas de prevención son las llamadas “normas universales de bioseguridad” y detallan cómo proceder en casos en que la actividad laboral, exige el contacto con posibles agentes de infección. Entre otras medidas, se aconseja el uso de guantes, camisolín, antiparras y barbijos, como métodos de barrera física.
Por otra parte, si el residuo que se está manipulando es cortopunzante (agujas, lancetas, hojas de bisturí, mandriles, etc.) estos deberán ser desechados en recipientes rígidos, rojos y con tapa, que serán cerrados herméticamente para su destrucción.
En el trabajado cotidiano del personal de la salud, entonces, es muy importante la toma de conciencia respecto de las medidas de seguridad y prevención, ya que si los trabajadores manipulan estos elementos de forma consciente, los riesgos que corren frente a estas exposiciones biológicas se reducirán al mínimo.
Sin embargo, también existe un protocolo diseñado por profesionales, que tiene el objetivo de preservar la salud del posible infectado, una vez producido el contacto que reporta el riesgo.
La resolución 19/1998 del Ministerio de Salud establece los pasos a seguir en los trabajadores que estuvieron expuestos a fluidos corporales que guardan relación con la transmisión del HIV (sangre, semen, fluido vaginal, LCR, líquido pleural, peritoneal, articular y pericárdico, líquido amniótico, suero). La resolución prescribe que el accidentado deberá recibir los primeros cuidados de la herida, debiendo descontaminarse la piel con agua y jabón o solución salina en el caso de las mucosas. Esto debe ser hecho con suma rapidez, en el mismo sitio del accidente, si fuera posible.
Seguidamente, deberá notificarse del accidente al jefe o superior inmediato y al organismo señalado para este fin en el establecimiento asistencial (Comité/Departamento de Medicina Preventiva, de infecciones, de Medicina del trabajo, etc.). Asimismo, se llenará por triplicado, completa y cuidadosamente, la “ficha de notificación obligatoria de accidente laboral”. Una copia quedará en el legajo médico del accidentado y se remitirán 2 (dos) copias a la ART, quien la procesará y la archivará y remitirá la copia restante a la Superintendencia de Riesgos de Trabajo.
Posteriormente, se realizará una minuciosa historia clínica del accidentado quien será debidamente aconsejado por personas especializadas, invitándolo a iniciar la profilaxis. También se realizará el estudio serológico en una muestra de sangre que será rotulada como «muestra tiempo 0». La muestra de sangre del accidentado será tomada el mismo día que ocurra el accidente, en lo posible, tratando de hacer lo mismo con el paciente fuente, aunque esto no es excluyente. Se realizarán a la muestra los siguientes ensayos:
- Anti HIV
- AntiHBc (IgG)
- Anti HCV
- AntiHBs
En el caso de que el accidentado sea una mujer en edad fértil, se deberá descartar un embarazo mediante la prueba correspondiente.
El Comité o Departamento de Medicina Preventiva, dispondrá de formularios especiales para dejar constancia de la aceptación o negativa por parte del accidentado a recibir tratamiento el que, deberá ser llenado completa y cuidadosamente y firmado por el accidentado y el personal interviniente.
Si se desconoce el estatus serológico del paciente fuente del material presuntamente infectante, éste será invitado a realizarse un estudio serológico al que deberá consentir de conformidad con lo indicado por el decreto 1244 de la Ley 23.798.
Es de fundamental importancia establecer con certeza si la sangre o el fluido con el que se ha producido el accidente es positivo para algún patógeno. En el caso de que el paciente fuente sea negativo para los patógenos investigados, no se iniciará la profilaxis o se suspenderá si ésta fue iniciada.
En el caso de existir seroconversión, el paciente será derivado al servicio asistencial de referencia a fin de continuar el tratamiento y los controles necesarios.
No existen pruebas concretas de la utilidad de este tratamiento preventivo si se lo inicia más allá de 24 horas de producido el accidente. Pero debe tenerse en cuenta que, si bien en estas condiciones puede ser que no se evite la infección, resulta útil como tratamiento de la infección aguda.
Se realizará el estudio serológico lo antes posible y no más allá de las 72 horas de producido el accidente (tiempo 0), a los cuarenta y cinco días, a los tres, seis y doce meses. También se realizarán estudios hematológicos y química clínica (hemograma, TGP, TGO y CPK) en el momento del accidente, a las dos y cuatro semanas, en caso que se esté administrando profilaxis.
El Centro Médico Integral Fitz Roy, es uno de los centros médicos mejor preparados del país para enfrentar este tipo de contingencias. Contamos con características distintivas que hacen que nuestro servicio, sea de excelencia. El Centro Médico Integral Fitz Roy, posee un servicio de urgencia, durante las 24 horas del día, para atender este tipo de accidentados, que son recibidos por un cuerpo médico de un altísimo nivel, entrenados para su atención. Asimismo, el Centro Médico Integral Fitz Roy, cuenta con la posibilidad de proveer los fármacos antirretrovirales y la administración de vacunas las 24 horas, los 365 días del año. Complementariamente, llevamos a cabo un riguroso seguimiento del paciente, a cargo de nuestro servicio de infectología con importante experiencia sobre el tema, con probada capacidad y con amplios horarios de atención.
Por último, nuestro laboratorio de virología cuenta con aparatología de últims tecnología, preparada para efectuar las serologías correspondientes.
Para finalizar, es preciso destacar que la importancia de la prevención radica en el uso a conciencia de los elementos que pueden ser vías propicias de infección. Resulta indispensable el diseño de procedimientos estrictos a la hora de trabajar con elementos cortopunzantes, la capacitación constante y, sobre todo, la premura y el seguimiento de las pautas procedimentales, frente a la urgencia, una vez producido un contacto que reporte riesgo.